domingo, 27 de septiembre de 2009

Orfebre de la palabra

Aquella tarde llegó con su hermano Juan en un Volkswagen safari. Iba como “cuentero”, a hablar sobre la historia oral maya y a cantar algunas canciones en el idioma de los primeros hombres que habitaron la Península. Fue en Felipe Carrillo Puerto, en 1989, cuando conocí al maestro Javier Gómez Navarrete.

En aquel entonces desconocía que Javier había nacido en Akil, Yucatán; que era uno de nueve hermanos; que estudió la primaria y secundaria en Mérida y que esa etapa de su vida fue de mucho trabajo para ayudar a la magra economía familiar: cortador de leña y boleador de zapatos. También desconocía que era un egresado de la normal rural de San Diego, Tekax y mucho menos me imaginaba de su licenciatura en historia, lograda en la Universidad Autónoma de Guerrero.

Mientras observaba esa figura relativamente alta, delgada, como la de un basquetbolista, y escuchaba su potente voz y articulado discurso, como la de un orador del ágora, me preguntaba: ¿de dónde salió?, ¿quién es esta persona que habla con tanto orgullo de su origen y cultura?

Por lo que decía aquella tarde, era evidente que él ya sabía que no existía “gente sin historia” y que el “antihistoricismo” del siglo XIX era un discurso en desuso. Era un historiador que trabajaba como fuente principal la tradición oral para reconstruir, a través del mito o la leyenda, un pasado que se transmitía de voz en voz y de generación en generación. Javier lo hacía tan bien, con tanto entusiasmo, que parecía que encarnaba a uno de aquellos nohoch mak de hace mil años.

Tiempo después compartimos en Chetumal el espacio laboral en el entonces Instituto Quintanarroense de la Cultura. Si no mal recuerdo, en esos días el investigador revisaba los dos libros que había escrito y publicado en la primera mitad de los años 80s. Eran los volúmenes del Método para el aprendizaje de la lengua maya. El maestro Gómez Navarrete sabía de la enorme importancia de generar materiales que permitieran enseñar y, con ello, preservar la lengua que él conoce, habla y escribe bien. Él no se instalaba en el discurso político de rescatar la lengua maya, él lo hacía, lo ponía en práctica. Como buen orfebre de la palabra y del discurso maya, él ya conocía los diccionarios, calepinos y cartillas habidos y por haber. Sumaba al conocimiento de los gramemas y mitemas mayas una postura intelectual que se le reconoce a nivel peninsular y nacional.

Así pasaban los días. Una mañana, el gobernador Miguel Borge nos comunica que existía el proyecto de construir el Museo de la Guerra de Castas, en el poblado de Tihosuco. Me piden que coordine la tarea. En el equipo de investigadores estaban Armando Escobar Nava, Renée Petrich, Berenice Keer y Javier Gómez. Ninguno de nosotros había hecho un museo. Con una breve capacitación de Cristina Payán, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y sobre la marcha, ese equipo supo lo que era escribir los guiones museológicos y museográficos y formar una colección. Recuerdo que la participación de Javier Gómez fue fundamental en ese proyecto. Pronto noté que se apasionó por personajes y acontecimientos de aquella lucha, que no dudo que esa experiencia fue el impulso inicial para que escribiera años después la novela histórica Cecilio Chí. En esas jornadas conocí al investigador de la historia regional y percibí su sensibilidad y compromiso por las luchas sociales.

Tiempo después, Javier y Armando Escobar encabezaron un grupo de trabajo para escribir el libro de texto Historia y Geografía de Quintana Roo. Ramón Iván Suárez, Suemy McLiberty, Juan Gómez y quien escribe, participamos. Javier se probó como líder, como pedagogo y como historiador y el resultado fue exitoso, ganamos el concurso nacional.

Posteriormente el maestro Gómez Navarrete emigra a la Universidad de Quintana Roo. Es el maestro de lengua maya de la máxima casa de estudios. Sin duda alguna, es aquí donde desarrolla todas sus capacidades como académico y cualidades como literato.

Siendo profesor-investigador de la UQROO escribe los libros de cuentos Voces sin tiempo y Relatos mágicos del Mayab y donde elabora un nuevo Método para el Aprendizaje de la Lengua Maya, en cuatro cursos.

Además de la licenciatura en historia, el que ha sido campeón en oratoria tiene una licenciatura en educación cívica y social por la Escuela Normal Superior de México y una maestría en ciencias sociales por la Escuela Normal Superior de Yucatán. Es también diplomado por la Sociedad General de Escritores de México y ha sido becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes como creador indígena en el género de novela.

Como promotor cultural, Gómez Navarrete es miembro fundador de la Academia de la Lengua y Cultura Maya de Quintana Roo, ha sido consejero del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas e integrante de la Comisión Dictaminadora del Programa de Escritores Indígenas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

Evocar y describir a la persona tiene una razón. En abril pasado, luego de la firma de un convenio de colaboración entre la Secretaría de Cultura y la Universidad de Quintana Roo, hablamos de las futuras acciones conjuntas: el necesario servicio social de los estudiantes, un ciclo de conferencias que arbitrariamente llamamos “Pensamiento y Obra” con la presencia de Enrique Krauze, Carlos Monsivaís, Rubén Bonifaz Nuño e intelectuales locales y regionales y un homenaje a Javier Gómez Navarrete.

El pasado jueves, el Auditorio de la Cultura Maya de Chetumal no permitía dar cabida a una persona más. Académicos, intelectuales, amigos, estudiantes, políticos y familiares se reunieron para rendirle un homenaje a Javier Gómez Navarrete. Fue un acto muy emotivo.

Así se cumplía con uno de los primeros acuerdos interinstitucionales y se reconocía a un hombre sabio y de bien. Se dice que en la antigua Grecia, los sabios eran coronados y puestos junto a los dioses y a las nueve hermanas musas, se tocaban con liras y siringas los mejores conciertos, se declamaban perfectos poemas y los coros entonaban himnos.

Esa noche, sencillamente la sociedad local le rindió un reconocimiento a una persona que comenzó caminando por las comunidades mayas, por la selva, huamiles, ramonales, sabanas, lagunas y cenotes, húmedos amaneceres de neblina, días de sol calcinante o de torrenciales aguaceros. Que conoció “el sonido crotálico de ajau kaan y el rugido del sol nocturno convertido en jaguar”, para luego transformarlo en poesía.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Los afanes, la crisis y lo inminente: Félix González Canto II

Sobre la crisis económica internacional y nacional que ya ha dejado una resaca en Quintana Roo en el empleo, la ocupación hotelera, los presupuestos y en la posible desaparición de la Secretaría de Turismo federal, así como el tema de lo que muchos dan como una inminente elección adelantada y los posibles candidatos a la gubernatura, son los otros tópicos que se tocaron en aquel diálogo sostenido con el Gobernador Félix González Canto.

En Quintana Roo el modelo de desarrollo turístico desplazó al agropecuario, al forestal y al pesquero, que en otros tiempos fueron importantes. Anteriormente, el desarrollo se medía por metros cúbicos de madera, quintales de chicle o toneladas de langosta y escama; ahora es con número de cuartos de hotel. En todo el estado tenemos 74 mil 900 cuartos y en la Riviera Maya y Cancún 507 hoteles concentran el 85% de esas habitaciones.

Este año, la influenza y la crisis económica han afectado el modelo de desarrollo que se ha elegido. Actualmente los niveles de ocupación en la zona norte anda en el 39% y también se escuchan voces que aseguran que la tendencia de crecimiento en Cancún llegó a su tope y se inició el descenso. ¿Cómo ve el futuro de la actividad turística en Quintana Roo, en el contexto actual?

“Veo un futuro promisorio en la actividad turística. Se ha demostrado que Cancún es el destino más sólido. Antes de la influenza estábamos acostumbrados al 80% de ocupación, se experimentó un bajón. Pero con respecto a otros destinos del país, un 55% después de una semana de terminada la contingencia es muy bueno”.

“Cancún se va a ir renovando, relanzando. Es parte del escenario cotidiano ver un hotel viejo cayéndose y levantándose; así está pasando con Cancún; aquellos hoteles muy antiguos ya están siendo remodelados, unos por el paso de los huracanes que obligan a la renovación, y otros de manera natural, pero no se ha llegado al tope. Quizás ya se llegó al tope de cuartos”.

“Isla Mujeres y la Riviera Maya son únicas en el mundo en su relación con el medio ambiente. No hay otro lugar donde un desarrollo sea tan respetuoso del medio natural, de la selva. Podemos presumir que no hay un solo hotel que rebase las copas de los árboles, un solo hotel que esté construido sobre las dunas…, se aprendió del caso Cancún”.

Como que Félix González intuyó por donde iría la segunda pregunta. A la par con ese desarrollo, ha crecido la participación de grupos ambientalistas que tratan de ser un contrapeso con algunos proyectos turísticos: el argumento es que la voracidad del inversionista afecta el medio ambiente. ¿Cómo percibe y como ve el estado de salud de los recursos naturales en el contexto de nuestro desarrollo?

“Quintana Roo es vanguardia en armonía entre desarrollo y medio ambiente. Hemos logrado aterrizar políticas de crecimiento en las áreas autorizadas para ello y que protegen una superficie enorme que no es sólo de los mexicanos, sino de todos. Tenemos más de la tercera parte de Quintana Roo con un sello de protección ambiental”.

“Todas sus ciudades costeras tienen un Plan de Ordenamiento Ecológico Territorial que está aterrizado a detalle. Los municipales, estatales y federales ya saben manzana por manzana, zona por zona, qué se puede hacer y con ello eliminamos la corrupción, porque al haber tres niveles de gobierno inmersos, entre todos nos cuidamos para garantizar que el desarrollo se pueda dar en armonía con la naturaleza”.

Sin embargo, esa visión positiva del Gobernador sobre el turismo tiene algunos inconvenientes administrativos. ¿Está de acuerdo con la desaparición de la Secretaría de Turismo?

“Yo espero que no, no deseo que suceda. Yo considero que sí debe adelgazarse la burocracia, porque los tiempos obligan a hacerlo. Pero sí requerimos de un titular del área turística, porque es un gestor, porque es un negociador, porque es el que opera para el país con los actores de la economía turística. En las emergencias es la cara de México. Por otro lado, hacer acuerdos siempre al nivel de Secretario le da mayor seriedad”.

¿Usted cree que se pueda diversificar la economía?

“Quintana Roo puede ser en un futuro como la Florida, la cual es de vocación fundamentalmente turística, pero también tiene un centro de compras, no solamente compra de turismo, sino de productos de la región. Quintana Roo puede ser eso para la zona del Caribe, para esta parte de México. El turismo seguirá siendo el motor principal, habrá que generar clusters económicos en torno al turismo”.

La crisis económica mundial, la baja en la producción y en los precios del petróleo, entre otros, tiene prácticamente en la bancarrota al país. En la reciente Reforma Fiscal 2010 presentada por el presidente Felipe Calderón se anuncia un nuevo impuesto del 2% al consumo que estaría enfocado a combatir la pobreza y desaparece la Secretaría de Turismo. ¿Siente que la reforma fiscal presentada retoma el rumbo del país o se necesitan otro tipo de cambios?

“La situación es compleja, muy compleja, porque los ingresos mermaron de un momento a otro. Por ejemplo, en este 2009 se tuvo que ajustar sobre la marcha. Nosotros traíamos, los estados de la República, una proyección de presupuesto; de pronto, mes a mes se dieron los ajustes, ajustes que empezaron con el 15% en los primeros meses del año y que, ya a la mitad de éste, eran del 35, 40%. Esto nos dejó a todos no en bancarrota, más bajo que la bancarrota, en lo básico”.

“Creo que este paquete fiscal pueden llenar estos hoyos que están en el presupuesto ante la caída de los ingresos petroleros y la caída de la recaudación nacional, ese es el problema. Espero que tenga éxito el paquete fiscal por el bien de México, pero si no tiene éxito pudiera reducir más la demanda agregada (el consumo) de México y obviamente impactarnos en la producción”.

¿La población va a soportar estas medidas, o cree, como dicen algunos analistas, que se pueden presentar estallidos sociales?

“Creo que no llegaremos a los estallidos sociales, pero sí vamos a tener en estos meses sectores de la población muy afectados. Además habrá sectores, como el turístico, que ya tiene problemas por los efectos durísimos de la influenza, que tendrán el reto de recuperar lo perdido. Perdimos 20 mil empleos que teníamos hace ocho meses y hoy la construcción es el sector con más parálisis en el estado. Nos tenemos que recuperar”.

Con la reciente victoria del PRI, todo indica que el Legislativo se puede convertir en el contrapeso al poder Ejecutivo o tal vez se convierta en una plataforma para el retorno del PRI a Los Pinos. ¿Usted qué espera que hagan los legisladores por responder a los intereses populares, como es el paquete contenido en la reforma fiscal y la cauda de impuestos, o el impulso a la inversión a la forma de los legisladores?

“El PRI tiene un buen acervo de gente preparada con trayectoria política, y estoy seguro que los legisladores van a lograr el equilibrio que necesita México para avanzar. Me refiero a que el PRI está consciente de que no puede paralizar, ni ir en contra de todo manera sistemática; tiene que proponer junto con el Ejecutivo, por el bien de México”.

“Si se logra este equilibrio, se va a hacer con mucha política con el Presidente de la República, con una gran disposición al acuerdo político, no estar cerrado a la negociación… El Presidente ha sido legislador y esto le va a dar la capacidad para llegar a buenos acuerdos con el Congreso dominado por el PRI en la LXI legislatura. Para nosotros los priístas eso será una gran responsabilidad, porque también estaremos en el aparador, observados por la ciudadanía, viendo nuestro comportamiento. Si el Congreso hace un buen trabajo, significará un avance para el país y sin duda tendremos un premio ciudadano en las siguientes elecciones”.

Si la Suprema Corte de Justicia de la Nación decide actuar como sucedió en otros estados, y determina que los artículos transitorios aplicados a la reforma electoral de Quintana Roo son inconstitucionales, se contempla la inminencia de adelantar el proceso electoral para elegir gobernador, congreso local y ayuntamientos., La elección se realizaría en julio del 2010. Dando por hecho que así fuera, ¿cómo visualiza esos nueve meses de convivencia con el gobernador electo?

“México ha cambiado. Lo que era tabú hace algunos años, ya no es así. De existir un gobernador electo conviviendo nueve meses con un gobernador en funciones, nos permitiría empatar con el futuro gobernador o gobernadora del Estado”.

“Quizá esto nos permita facilitar la transición de gobierno. Es bastante lo que tiene que conocer el nuevo gobernante…, los dos meses, que normalmente existen después de una elección, origina que en las prisas y en los movimientos de última hora se den los roces…; viéndole el lado positivo, es la oportunidad de poder hacer que el nuevo gobierno, la nueva administración, conozca a fondo el Estado y que pueda empatarse, que pueda arrancar bien, arrancar fuerte, sobre todo por esta situación económica muy seria que está viviendo el mundo”.


Gobernador, ¿está preparado anímicamente para saber que ese poder en términos reales pasaría a otra persona antes de tiempo?

“El poder de un gobernador se ejerce, de acuerdo a las instituciones y a la ley, hasta el último minuto del 4 de abril de 2011, cuando se da el cambio. Por supuesto hay una expectativa, pues algunos estarán ya viendo quién va a ser el próximo gobernador, pero yo siento que eso no afecta la tarea, que no afecta el manejo y funcionamiento: la administración seguirá bajo el cargo del gobernador”.

“En términos prácticos, el estar buscando al gobernador, al que ya esté electo, es seguramente para plantearle los problemas más difíciles, los más complicados, y estoy seguro de que quien quede, o esté en ese papel, va a esperar hasta que llegue su turno para atenderlos”.

Usted seguramente ha valorado detenidamente esta inédita situación, incómoda incluso. Como responsable de la estabilidad política en el estado, de las condiciones favorables para su transición, ¿qué desearía que tuviese ese candidato, que características debe tener?

“El requisito básico es amar a Quintana Roo, eso es lo más importante. Las otras cuestiones, bueno…, pues algunos tienen más o menos virtudes, o de las condiciones que la propia ciudadanía espera de sus gobernantes. Le tocará a cada quien, a cada mujer o cada hombre que aspira, demostrar qué es lo que tiene, qué es lo que haría por Quintana Roo…; lo esencial es que se tienen cuadros muy buenos con la posibilidad de ser gobernador o gobernadora de Quintana Roo”.

Evitando dar nombres, pues teme “omitir alguno y con ello lastimar a todo aquel que aspire”, el Gobernador, el que fue paciente en la entrevista, termina diciendo que hay hombres y mujeres talentosas. Al final, Félix González Canto se cuidó de no echar a perder el proceso más delicado de la sucesión. No logré jalar el velo y conocer el color de piel, los ojos, el cabello…; el velo es amplio, cubre hasta los pies, como las imágenes en cuaresma que caminan bajo palios y ornamentos.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Los afanes, la crisis y lo inminente: Félix González Canto

La idea original era entrevistarlo y publicar las notas en el mes de octubre, cuando se celebran 35 años de la creación del estado: era el contexto adecuado para hacer algunas proyecciones. Sin embargo, el Gobernador respondió pronto a la invitación y, por la temática abordada, me di cuenta que no tenia que esperar. Los tiempos envejecen rápidamente cualquier argumento político. La oportunidad terminaría en obsolescencia. Sociedad, economía y política son los tres bloques temáticos que guiaron ese diálogo. En ese orden, se presentarán en dos entregas.

Quintana Roo crece poblacionalmente a un ritmo del 15.4% anual, concentra al 72% de su millón 135 mil personas en los seis municipios del norte, pero ahora, debido a la crisis económica, tiene el reto de evitar la “acapulquización” que se muestra por el incesante flujo migratorio y los primeros números en desempleo. La posible pauperización social de los centros turísticos, era la primera y pertinente interrogación. ¿Qué planes y proyecciones existen para abatir los rezagos?

Sentado en el mullido sofá rojo de Casa de Gobierno, Félix González inclina hacia adelante el cuerpo. Se prepara y responde. “Necesitamos incrementar año con año el flujo turístico, pero no solamente en volumen, sino con nuevas propuestas. Por ejemplo, los campos de golf, que además de atraer a un turismo de alto poder adquisitivo, que se hospeda en hoteles caros y compra en centros comerciales, adquiere una segunda vivienda. Eso genera inversión, construcción y empleo. Necesitamos que la economía siga creciendo junto con el impulso del flujo turístico, pues el día que dejemos de crecer tendremos un desfase que se va a convertir en un caos”.

Ahora deja a los golfistas y habla de la satisfacción de necesidades de los quintanarroenses. “También tenemos la tarea de dotar de servicios a todos, a los que ya estaban aquí y a los recién llegados. En el pasado nos ganó este crecimiento y teníamos en muchas zonas, en los diferentes municipios turísticos, donde ocurría ese rezago social; pero esa brecha la hemos acortado enormemente en los últimos años. Existe un exitoso programa nacional de vivienda con una cantidad impresionante de créditos para casi todos los niveles sociales, salvo el segmento de muy bajo ingreso que requiere comprar un lote con servicios porque no le alcanza para más. Pero eso se ha desahogado enormemente”.

“Hoy se puede observar que hay un trazo urbano nuevo, distinto al que existía hace 10 años. Las periferias han dejado de ser un montón de asentamientos de terracería, sin alumbrado, sin drenaje, ni agua potable. El gobierno, a través del INFOVIR …, los desarrolladores que entregan con los servicios, algunos ya hasta con parques o escuelas…, y el INFONAVIT y el FOVISSSTE que han crecido en los últimos años, ya nos dejan menos a los que hay que atender y que son los de muy bajos recursos. Si antes teníamos una demanda de 12 mil familias al año, hoy de esa demanda 10 mil u 8 mil la atiende el INFONAVIT, FOVISSSTE y a nosotros nos quedan por atender a mil o a dos mil”. En este punto, el sexto gobernante de la entidad afirma que andamos bien, pero reconoce que existen dificultades con algunos asentamientos irregulares donde no hay servicios, pero que ahí el problema principal es la tenencia de la tierra.

La educación es el mejor instrumento para abatir la pobreza. Sin embargo, según indicadores de la SEP, Quintana Roo se encuentra en el penúltimo lugar de las entidades con cobertura en educación superior. Tenemos cubierta la demanda del 80% en nivel primaria-secundaria, 45% en bachillerato y sólo el 12.5% en el nivel superior. ¿Cómo piensa atender o dejar las bases para ese rezago en el tiempo que le queda a su administración?

El Gobernador se acomoda en el sillón carmín, pero responde con rapidez.

“Quintana Roo tiene el reto más grande de todo México en infraestructura educativa: somos el estado que más crece en México, y que año con año tenemos que construir, proporcionalmente hablando, mucho más aulas que cualquier otro lugar…; con todo y lo que se construye cada año, no alcanza, y prueba de ello es que somos el único estado que prácticamente todos sus planteles de primaria, secundaria y preparatoria operan en doble turno, el 88% de los planteles tienen esta característica. Imagínate cuántas escuelas necesitamos para equilibrar”.

Por otro lado, Félix González menciona que mientras en Quintana Roo los recursos se destinan básicamente para construir infraestructura, hay estados, como Yucatán, donde ese dinero lo utilizan básicamente para renovar, mantener y modernizar aulas y laboratorios. “El recurso que nos llega, completito se va para crecimiento…, eso nos deja un rezago para mantenerlas y modernizarlas y entonces es tremendo transferir de otros presupuestos para reparar, desde los baños hasta sus equipamientos. Ya hay lugares como Chetumal y Cozumel, el propio Cancún, con escuelas con mas de 20 años y ya hay que modernizarlas”.

Respecto a la cobertura en la educación superior señala que “vamos a crecer un poco más en esos indicadores, estamos dejando bases muy sólidas. La creación del campus Playa del Carmen y la Escuela de Medicina de la UQROO, la Universidad Intercultural, las inversiones que se han hecho en la Universidad del Caribe, el crecimiento de los Tecnológicos y la futura Universidad Politécnica en Cancún son fundamentales. Considero que llegaremos al 20% en la cobertura en el nivel superior, similar a la media nacional”.

Sin embargo, en el corto plazo el gobierno no se tiene contemplado un campus Cancún de la UQROO. “Creo que con el campus Playa del Carmen se tendrá la presencia de la UQROO, y quizás en el largo plazo crezca hacia Cancún. El campus en Playa del Carmen tendrá 20 hectáreas, es un proyecto tremendo, tendrá capacidad de mayor personal y mayor crecimiento y quizás supere incluso al campus principal”.

El tema de la seguridad y el narcotráfico se encuentra en la palestra nacional y en Quintana Roo no es la excepción. La violencia de la lucha del estado nacional contra los carteles de la droga ya arroja más de 14 mil muertos en tres años. La infiltración ha carcomido la estructura en los cuerpos policíacos. La reciente detención del Secretario Estatal de Seguridad ha cimbrado a la sociedad y al gobierno. ¿Existen nuevos planes conjuntos con la federación en contra del llamado crimen organizado, o se considera suficiente un relevo en los mandos operativos?

Reclinándose ahora en el sillón, pero con toda tranquilidad, el Gobernador responde:

“Tenemos varios frentes de batalla. Debemos corregir de fondo los problemas que traemos desde varios años. Por ejemplo, los sueldos; en todos los niveles se gana muy poco, eso hace vulnerable a la penetración, a que los policías se vuelvan parte de grupos delictivos, los hace proclives a caer en la tentación; no todos, por supuesto”.

“También se requiere de capacitación. Al haber sueldos bajos, hay una rotación tremenda de personal, y lo cotidiano es que se tiene a muchos policías con poco tiempo y experiencia y, desde lo más básico e inofensivo como no saber manejar, se vuelve un problema. Tenemos municipios donde se les entregaron 100 patrullas y son increíbles las razones por las que dejan de funcionar. Imagínate las demás situaciones como (manejo de) armamento o hacer una detención, que son cosas más complejas”.

“Ya hemos mejorado el salario a los policías judiciales y de los agentes del ministerio público. Eso permite tener al menos un mejor número de agentes preparados, capacitados para hacer un mejor trabajo, que cuidan mejor su trabajo; que se arraiguen en su fuente de trabajo nos genera gente más amable, gente que al cuidar su fuente de trabajo no cae en el narcotráfico”.

El tema no es fácil. ¿Usted está de acuerdo con la estrategia de guerra, de enfrentamiento total y frontal con el narcotráfico?

“No hay de otra forma. El estado mexicano no se puede sentar a que lleguen los delincuentes, no. Se tiene que salir a hacer lo que se tiene que hacer. México está en un periodo de ajuste. Precisamente por esta modalidad se da lo que comentabas sobre el Secretario de Seguridad Pública en Quintana Roo. Hay que recordar que hubo un operativo por parte de la SIEDO donde se llevaron al Delegado y al Subdelegado de la PGR y al Director de la Policía Turística de Benito Juárez. Por otro lado, es muy temprano para hablar de culpabilidad o de inocencia. Es asunto de la justicia y ahí veremos a los acusados que tendrán la oportunidad de defenderse. Es cierto, a todos nos cayó de sorpresa, porque de alguna forma se había mantenido limpia la competencia de la policía estatal”.

¿Cree que el turismo internacional perciba como un problema el asunto de la droga en Quintana Roo y ello prenda focos rojos para el estado?

“Cuando vamos a las ferias internacionales nos preguntan sobre las noticias de la violencia. Pero afortunadamente para Quintana Roo, no se relacionan estos asuntos con destinos de playa como Cozumel, Isla Mujeres y otros puntos turísticos. Sí existe la pregunta, pero siempre hemos dejado en claro que estamos muy lejos de los niveles de violencia alarmante de otras regiones del país”.

El Gobernador Feliz González Canto respondió a la primera batería de preguntas. Al final externa que el asunto de la drogas en la sociedad lo tiene turbado. Cree que también se debe combatir a la delincuencia con el deporte y la cultura, dándole información a la juventud. Busqué en el brillo de los ojos, en el entrecejo, en la modulación de la voz, en el movimiento de las manos, la sospecha de un discurso retórico, no la encontré: pareció realmente preocupado.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Península, Península

“¿Qué novela mexicana reciente se tiene que leer? Pues además de Noticias del Imperio de Fernando del Paso, se tienen que soplar obligadamente Charras, de Hernán Lara Zavala. Es un buen escritor de por acá y el tema les toca cerquita”. Así respondía Ricardo Garibay a la pregunta que un compañero le hizo en aquel Diplomado para Escritores en Bacalar.

Se equivocó parcialmente en el origen, pero no en la calidad y el tema. Hernán Lara Zavala es un escritor nacido en el DF, descendiente de familia peninsular, ¿campechana?, ¿yucateca? A inicios de los 90’s escribió la novela testimonial Charras, que trata del asesinato del líder sindical yucateco Efraín Calderón y de los mecanismos, juegos de poder y personajes que participaron en aquel atentado que se fraguó en alguna oficina de la Ciudad Blanca o de la ciudad de México y que se materializó en los montes de Xhazil, Quintana Roo, allá en la mitad de los años 70’s. Así nos enteramos de aquel escritor de cuentos y de su primera novela. La obra Península, Península es su segundo material de largo aliento.

En aquellos años de Bacalar la novela histórica ya había retomado gran impulso. Este género narrativo nacido en el romanticismo del siglo XIX, con autores como Walter Scott y Benito Pérez Galdós, abordaba originalmente el tema del hombre en la historia y se dejaban atrás la aventura, el juego y los aspectos intimistas. Aprendimos que la novela histórica había evolucionado en el siglo XX y que ahora se integraban nuevos tratamientos en el manejo de los tiempos, tejido de niveles de lenguaje, de narrador, ficcionalización de personajes y hasta técnicas del cine se habían tomado, como el flash back. ¿Quién puede negar que La fiesta del chivo, de Mario Vargas Llosa, sea una moderna novela histórica?

La nueva obra de Lara Zavala, publicada en el 2008, es una novela histórica, aunque por momentos también tiene características de una historia novelada. Lo cierto es que no es un libro de historia, es una novela. Y es aquí donde se presenta un viejo dilema para algunos.

El dilema está en el asunto de la historia y la literatura, entre lo verosímil y lo fantasioso. Para los académicos es impensable que la historia pueda ser tratada con la imaginación, ser representada; para los novelistas la historia debe ser narrada, tratando de apegarse a los hechos, pero sin negar la imaginación. Se dirá que ya desde el siglo V antes de nuestra era ya se trataban algunos temas históricos con cierto sesgo literario. Los relatos etnográficos de Herodoto y La Ilíada de Homero, son algunos ejemplos.

Pero también algunos aseguran que la historia es una interpretación, que no puede ser entendida sin ser interpretada. En juego está el conocimiento, la imaginación y el escepticismo. Si quitamos la camisa de los objetivos, la racionalidad hegeliana y el método, lo que queda son dos textos narrativos: uno más apoyado en lo ficcional y otro en lo real. La línea finalmente es sutil, me dice Lorena Careaga, pues “la verdad histórica es la verdad de los historiadores, son interpretaciones”. La literatura y la historia son, finalmente, dos soluciones a un mismo hecho.

En Península, Península, se percibe que el autor sabe que se encuentra en un terreno de controversia y por ello en varias partes de la novela asume una postura al respecto, cuando en voz de José Turrisa (Justo Sierra O’Relly), dice: “la mejor razón para escribir era contar aquello que uno conoce o imagina para indagar sobre su propia vida como si fuera la de otros…”, “…dudo que el adjetivo ‘histórico’ logre superar al sustantivo novela, ¿cómo resolver el conflicto, si acaso existe, entre ficción e historia?”…, o cuando justificatoriamente admite el precepto de Horacio, “el quidlibet audendi, pues no hay duda que la ficción admite todo lo que resulte verosímil”…, “…en el terreno de la historia nadie puede ni debe arrogarse fueros ni inmunidades”.

La novela se apoya en hechos reales sucedidos en el siglo XIX en la Península de Yucatán. La imaginación del escritor se finca en la Guerra de Castas, movimiento social que mató a la mitad de la población peninsular entre 1847 y 1901. Varios de los personajes ya existían antes de la novela y algunos otros son creados, encarnados, por esas circunstancias históricas.

El autor estructura la obra en dos partes y veintiséis capítulos. Aunque no se entiende esa división en dos, la obra es un continuum en un espacio de 10 años: desde la salida temporal de Miguel Barbachano a La Habana, hasta el levantamiento campechano contra el gobernador Pantaleón Barrera.

En ese tramo histórico, Lara Zavala construye con mucho oficio a personajes que se traslapan o se relacionan para crear un detallado entramado de usos y costumbres, muy conocido para los que habitamos la Península y muy ilustrativo para los que no la conocen.

Así, aparecen José Turrisa, el abogado, la voz omnisciente, el seguidor de Santiago Méndez, el esposo de la supuesta viuda Lorenza Cervera, el crítico de la iglesia y el conductor reflexivo de toda la obra. Genaro Montore, un desafortunado comerciante víctima de la guerra que pierde a su esposa y adquiere en la aventura a Rosalía Encalada. El obispo Celestino Onésimo Arrigunaga (José María Guerra), el exacto personaje que no tiene empacho en negar los necesarios milagros de la iglesia, en confesarse como pecador, goloso, vanidoso, concupiscente y embustero. Miss Bell, la institutriz inglesa que no supo cómo llegó a Hopelchén, la otra voz narradora a través de un diario y que terminó casándose con José María Barrera; sí, aquel líder maya que fundó Noh Cah Santa Cruz (hoy Felipe Carrillo Puerto). El doctor irlandés Fitzpatrick, el que conoce la lealtad a través de un perro, el que cura las heridas de los mayas y atiende al moribundo Marcelo y el que cierra perfecta y sorprendentemente el mejor capítulo del libro. Cecilio Chí, el líder radical, el que sabe que la mejor arma para la conjura es la lengua y el filoso machete, el que hace su amante a la cachonda María, la mujer de breve cintura y nalgamen respingón, el que mata sin piedad y el que es asesinado por Anastacio Flores, su secretario. Jacinto Pat, el líder culto, el que lee a López de Cogolludo, el que acepta negociar la guerra para ser nombrado Gobernador de los mayas y que es asesinado por los suyos.

La obra utiliza muy bien los acontecimientos y las intrigas políticas de la época, hace gala de un detallado conocimiento de la historia, de la naturaleza y de la geografía. Aunque por ahí quedan dudas sobre el nombre del asentamiento que encuentra José María Barrera, que dice llamarse Kampocolché, cuando así se nombraba su rancho que trata de recuperar en la primera carta guerrera de la Santísima Cruz; o decir “pequeño rancho” a Ichmul, cuando dos iglesias y muralla artillada tenía en esos tiempos.

Península, Península es una obra muy recomendable. Ha merecido la lectura y el análisis de escritores como Carlos Fuentes, quien por cierto gracias a ello obtuvo el Premio González-Ruano de Periodismo, en Madrid, y por el cual logró 21 mil dólares. Esperemos que ahora Hernán Lara Zavala se anime a escribir sobre La voluntad y la fortuna y así la suerte y la reciprocidad le hagan justicia.

Península, Península es una novela que hoy puede funcionar para conocer algo de historia regional, cuando ésta, a nivel nacional, tiene problemas al ser mochada o suprimida de capítulos importantes de los textos de educación oficial. En un país, donde la historia puede escasear, la ficción bien contada, bien narrada, se puede acercar a la realidad, aunque nunca suplirla.